En el mundo de la lógica y la razón humanas no hay
cabida para la creencia de un Dios, por lo tanto, la única capacidad que
tenemos para conocer a Dios es a través del sentido de la fe, la cual es una
virtud humana que supera toda lógica.
Según el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua, la palabra Dios tiene varias acepciones, sin embargo, para conocimiento
general el significado se lo define como “Ser supremo que en las religiones
monoteístas es considerado hacedor del universo.”
Desde tiempos inmemoriales, el concepto que ha
tenido el hombre acerca de dios ha ido evolucionando desde un punto de vista
materialista hasta formular el monoteísmo con un Dios Absoluto el cual es
Espíritu.
Los hombres primitivos comenzaron a temer a los
fenómenos naturales como los truenos, erupciones volcánicas y terremotos a los
cuales los consideraban sus dioses. Por lo cual hacían cierto tipo de ritos y
sacrificios para aplacar esa ira concebida como divina. Con el pasar del tiempo
aparecieron diversidad de dioses inspirados en la naturaleza, como animales
salvajes y monstruos fantásticos. La ira divina es la respuesta de Dios frente al pecado y extrema desobediencia del hombre, la cual se traduce en calamidades y sufrimientos para la raza humana.
A lo largo de la historia, la raza humana ha tenido
que atravesar diferentes tipos de adversidades, dentro de las cuales el hombre
se ha enfrentado a sus propios miedos y sufrimientos y no ha tenido otra opción
que reconocer sus propias limitaciones y recurrir o clamar a una fuerza
superior para pedir ayuda, en este caso estamos hablando de un Dios Verdadero.
Sin embargo, al evolucionar la conciencia e
identidad del hombre no solamente como un ente de la naturaleza sino como un
ser espiritual surgieron muchas inquietudes e interrogantes respecto a la
verdadera naturaleza de un Dios.
La RAE define la palabra creer como: “Tener algo
por cierto sin conocerlo de manera directa o sin que esté comprobado o
demostrado”. Por lo tanto, creer en Dios implica tener una fuerte convicción de
su existencia, que se traduce en las acciones u obras empeñadas en el día a
día.
Con respecto a la naturaleza espiritual del hombre y
el significado de la palabra espíritu se define como “Entidad abstracta
tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o
parte material, constituye el ser humano; se le atribuye la capacidad de sentir
y pensar.” (RAE).
Por lo tanto, el conocimiento de la existencia de un
Dios que es Espíritu por parte del hombre implica el reconocer que la
existencia de un Dios Infinito que va más allá de lo que la inteligencia humana
y sus sentidos pueden percibir. Además, el hombre al considerarse un ser espiritual
estaría dotado de la capacidad de comunicarse y conectarse con un Dios Verdadero
que es Espíritu.
Entonces, en base a estos puntos de vista cabe la pregunta: ¿por qué necesita creer el hombre en Dios?
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